Jamás había sentido tan intensamente esas cosquillas en mi estomago,esos nervios comprimidos en un puño.Esas ganas locas de echar a correr hasta donde esta esa persona,pero que esos nervios te lo impiden.
Pensé que después de tanto tiempo esas cosquillas desaparecerían,pero me equivocaba y mucho.No desaparecen,se multiplican por tres,o por cuatro,o incluso por cinco.Es una extraña sensación,pero la verdad es que también es encantadora
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